miércoles, 4 de mayo de 2011

AMOR TARDÍO

AMOR TARDÍO

Sin razón nuestro hombre pensaba,
que su pobre corazón, ya cansado,
reseco, más que seco estaba,
para nuevos lances de enamorado.
Pero... ¡mire Vd. por dónde!
el hombre casi nunca atina
y una sorpresa para él esconde
la vida, al volver la esquina.
Aunque el río obediente bajaba
casi ya a cumplir su sino,
hermosa dama le preparaba
el siempre juguetón destino.
Les bastó un largo mirar
un mohín y dos guiños
para ponerse a jugar
tal que si fueran niños.
Aquellas aguas amansadas,
que al mar iban llegando,
encontraron saltos y cascadas,
que llenos de amor sortearon..
Y el incrédulo caballero,
en temas del corazón,
llegó a la conclusión,
después de corto pensar,
que ni edad ni estado ni razón…
Si el amor te toca,
ábrele la puerta…
y déjale entrar.

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