martes, 24 de diciembre de 2013

EFÍMERA COMPAÑÍA



EFÍMERA COMPAÑÍA

Sentada en tu espacio favorito,
con tus hermosos ojos verdes,
me miras fijamente.
Me haces recordar aquel feliz día,
el primero de tantos que más tarde llegarían.
Resultó ser, especial, recordable, definitivo.
Por fin  te me mostraste y te conocí:
te reconocí.
Para entonces, llevabas tiempo
enviándome señales de tu existencia:
tus ojos, huyendo por la primera esquina, 
algún gemido en el ruido urbano…
Anduve inquieto hasta que, al fin,
aceptaste compartir la vida conmigo.
No me hago ilusiones,
sé de tu interesada fidelidad,
y no ignoro, sabiendo como sé
que el amor y el dolor viajan juntos,
que más tarde que temprano
saldrás en busca de calor ajeno…
Cuando te canses de mí, te irás.
Pero hasta entonces,
procuraré atesorar recuerdos
para el frio invierno que,
sin el calor de tu sedoso pelo de angora

que hoy calienta mis rodillas,
me aguardará cuando te vayas.




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