Nuestro hombre, pensativo, se dice:
(¡Esta
vez va en serio!, al acabar la reunión del Banco
sacaré
a Laura a comer, la tengo muy descuidada).
A punto de salir, ve la nota en el espejo, y lee:
”Que
sepas Fernando, que lo nuestro nunca ha sido amor,
si
no interés… compuesto, para más señas,
con Luís sí,
Luis,
tu secretario del Banco, al que echaste por apático.
Te
envío los papeles a tu despacho.
¡Por
favor, ni me llames!
Laura
Se ajusta el nudo de la corbata
y, mientras abre la puerta de la calle, murmura:
¡Mal empieza el día!
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