LLAMARÉ A TU PUERTA
Sí, llamaré,
una y otra vez,
y haré como que el bullicio de la vida,
te impide oírme.
Y así me tendrás,
llamando a tu puerta,
con la ilusión de aquella primera vez,
hasta que comprendas que lo mío,
es eso que llaman amor,
vieja enfermedad que antes que yo
otros por tí
sufrieron,
y de la que
no sanaré,
hasta que abierta tu puerta,
me recupere a tu lado.
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