ESO ME CONTARON AL MENOS
En su busca, escaló la montaña
desde la que se divisan todas las demás…
Pero allí no estaba.
Navegó, en vano, el río que a los demás nutre.
Decepcionado,
descubrió lo que se esconde
tras la línea del horizonte.
Regresó.
Con ropa limpia y mil manjares
ella, una vez más, le esperaba
y, ciego,
volvió a la batida.
De vuelta del que sería el último viaje,
al fin lo reconoció.
¡Tan lejos lo creía y tan cerca estaba!
Exhausto, ya sin tiempo para disfrutarlo,
la pidió perdón…
(Eso me contaron al menos).
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