domingo, 5 de enero de 2014

AL FIN SE LO PUDO DECIR




AL FIN SE LO PUDO DECIR

Necesitaba su presencia,   
su mirada, su aliento,
para seguir con la vida.
Hubo caídas,
con heridas que tardaron en cicatrizar.
Más de un no
que debió ser un
de haber sido valiente.
Algún ¡no importa!,
queriendo decir
¡me muero por besarte!.
Largo, árido, pedregoso camino,
con mañanas ilusionantes
y noches de soledad.
Pero había llegado,      
 a ella,
       a su calor,
           a su lecho.
Y al fin pudo decirle:
-Necesito tu presencia,
tu mirada, tu aliento,
para caminar por el tramo que reste,
que espero sea-cuento contigo-,
interminable-

No hay comentarios:

Publicar un comentario