Al borde del precipicio
como estaban,
se dispuso a repetir el menú
que tanto
saborearon aquel pasado verano.
Llevaba cuidadosamente anotada
la receta:
-7 días entre olas.
-2 cucharillas de incertidumbre inicial.
-1 puñado de desvelos.
-1 kg., de besos tiernos.
-350 grs. de caricias de temporada.
-Sol, sal, y arena al gusto.
Mientras añadía una pizca
de ilusión renovada,
removió todos los ingredientes.
Pero…
no hubo manera.
Al final tuvo que admitirlo,
ni él ni ella tenían ya el mismo apetito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario