sábado, 11 de mayo de 2013

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-ESTUDIÁNDOSE


ACTO I-LA MAÑANA-ESTUDIÁNDOSE


Aprovechó el espejo matutino,
para reflexionar.
Repasó,
                   (como acostumbraba),
los hechos:
                        Se sentía,
a veces triste y a veces no,
melancólico, esperanzado,
taciturno, locuaz,
desgraciado, feliz…
                       Se dijo que,
antes de seguir,
tendría que aclarar
si las alteraciones que sufría
se debían a efectos:
Exógenos (Elena) o,
endógenos (tendría que mirarse).
Sin duda,
prefería  que fuera ella la culpable.
No obstante,
dada la importancia del asunto,
seguiría estudiándose.


Después de su primer Poemario "si se me permitiera", Iñaki Gurruchaga Zapiraín nos presenta su segundo compendio de inquietudes poéticas, titulado "Cualquier día, cualquier lugar".

Esta vez se nos invita a compartir su visión de los quehaceres, éxitos y fracasos que a lo largo de un día suceden a los moradores de cualquier gran urbe de nuestro tiempo.

Vidas ilusionadas, frustradas e incluso, algunas, al límite de su resistencia, van apareciendo en los versos de sus poemas, dibujando un hormiguero humano que, en su incesante actividad, es observado por el ojo irónico, cínico, mordaz, mas siempre lleno de afecto de nuestro poeta donostiarra.

Esteban

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-EL TRAJE AZUL


ACTO III-LA NOCHE-EL TRAJE AZUL

Si me hubiera visto mi madre,
hubiera dicho, estoy seguro, aquello de:
-“¡Que bien estáis los hombres con traje azul!”

La verdad es que no sabía que lo tenía,
(el de la boda, supongo)

Y sí, es verdad, me sentaba bien.
Y qué mejor ocasión, pensé, para lucirlo.

Vinieron muchos de mis amigos, y otros que,
no me acuerdo cuando, dejaron de serlo,
pero todos con los estragos
de la vida en sus caras.

Sin embargo, que curioso,
para ellos, yo  estaba estupendo.

De pronto alguien dijo:
-“Venga vamos, que el coche ya está abajo”.
Oí un golpe, se hizo de noche, sentí
un traqueteo, un intenso calor,
y después…
ya no recuerdo  nada.

Y aquí estoy, los 21 gramos de mi nuevo yo,
desde la repisa de la chimenea,
haciendo lo que siempre me ha gustado,
contemplar la vida.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-YA NO NOS SALEN


ACTO III-LA NOCHE-YA NO NOS SALEN

Tanto amor rutinario
                (antaño inconcebible),
está ocurriendo entre nosotros…
Tanta inesperada ofensa,
tanto conato de desagrado.
En fin, tantas cosas nuevas
nos están pasando,
que las palabras,
que en cualquier lugar nos decíamos al oído,
por ejemplo:
amor,
te quiero…
ya no nos salen.
Parece pues urgente,
                        (antes de enmudecernos),
encontrar las nuevas,
las que nos ayuden a descifrar,
lo que entre tú y yo se ha interpuesto.

Y empezar de nuevo,
siempre que
                    (corrígeme si no es así),
me sigas queriendo.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-QUÉ ES LA SOLEDAD

ACTO III-LA NOCHE-QUÉ ES LA SOLEDAD


Le dijeron que la soledad era estar en un parque
a las tres de la madrugada bajo la lluvia.
Y sí, podía dar fe de ello…
Se siente uno muy solo,
a esa hora y en ese lugar,
sobre todo cuando se ha ido allí
para olvidar que,
consecuente con el rechazo que se profesa
a los juegos de azar, uno no participó
en  la lotería de la oficina…
y apareció la botella de cava.
Pierde el último bus y,
tras la caminata,
ya en casa, lee la nota que,
bajo el felpudo, junto a las llaves, le avisa:
“Te lo dije, Luis, esta vez iba en serio”.
Se dispone a mordisquear
la última tortilla hecha por ella que
 reposa en el Duralex,
sobre el mantel de hule de la cocina.
Sale a pasear para olvidarlo todo…
y comienza a llover.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-TÚ NO ERES ÉSA


ACTO III-LA NOCHE-TÚ NO ERES ÉSA

No te preocupes,
de sobra sé que no eres ésa,
la que pisando fuerte
ahuyentas los miedos de la noche.

Tú, que bañada en Luna y
con tus mejores galas,
andas y desandas vendiendo amor.

La que orgullosa,
ignora a los noctámbulos que,
en frustrada cacería,
buscan, gratis, la última pieza.

No, no eres ésa,
y, aunque digan que lo seas,
yo sé lo que me digo,
cuando digo que tú,
no eres verdaderamente ésa.

Porque,
¿quién va a conocerte mejor!,
que el que un día tras otro,
te espera al alba para darte amor?.

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-NOCHE TRAS NOCHE


ACTO III-LA NOCHE-NOCHE TRAS NOCHE

Ahogado en fatiga,
reconoce,
ya desde el portal,
el ácido olor a fracaso,
que emana de su habitación.

Su fiel y odioso aliado,
había impregnado sus paredes,
noche tras noche,
desde la primera…
sin tregua.

Sin fuerzas para más desafíos,
el comedor comido,
se tumbó en la cama
 y se rindió…

Mañana no sería un nuevo día.

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-DISFRAZADOS DE HOGAR

ACTO III-LA NOCHE-DISFRAZADOS DE HOGAR



Regresan a casa
de sus diarias Justas,
pretendiendo  complacerse
como antaño.

Mas…
 tantas heridas portan,
y algún desagravio
mal gobernado que,
disfrazados de hogar y
frente a la falaz ventana,
sólo les quedan fuerzas para
mirar…
mirar y rumiar.

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-SIGUIÓ SOÑANDO

ACTO III-LA NOCHE-SIGUIÓ SOÑANDO


Tardó, mas al fin,
el futuro se le hizo presente,
llegó ojeroso, ajado,
lleno de llagas
                      (nada que ver con el soñado).

En su larga y tortuosa andadura
hasta alcanzar el Hoy,
fue, por lo visto, dejando jirones
de su inicial prestancia.

Tan diferente se le apareció que,
para cuando el reconocimiento
se llevó a cabo,
se había convertido en Pasado.

Entonces, gracias a su
terapéutica memoria,
volvió a recuperar
su antiguo esplendor…

Siguió soñando.

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-EL OTOÑO HUYÓ


ACTO III-LA NOCHE-EL OTOÑO HUYÓ


De repente el orden de las cosas
que nos había arropado,
sucumbió.

El Otoño
(tan querido por nosotros),
huyó,  y un infinito Invierno
adelantó su llegada.

La alegría se ausentó de mí
         (tardará en volver me avisaron),
y la soledad
(desalojando los amores que
                    habíamos compartido),
ocupó nuestra
                      (mi)
habitación…

Te habías ido.

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-CULPABILIDAD

ACTO III-LA NOCHE -CULPABILIDAD

Caminas a casa,
dejando atrás tu sombra,
rodeado de noche.

La cabeza gacha,
apresuras el paso.
De repente,
una sirena apuñala tu espalda;
te detienes,
aguardas unos segundos…
y el sonido pasa de largo.

Respiras aliviado,
no era tu día.

Tarde o temprano lo sabrán…
y entonces,
sonará por ti,

(tendrías que irte de esta maldita ciudad).-

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-¿DE QUE VA ESTO?


ACTO III-LA NOCHE-¿DE QUE VA ESTO?

Y ahora que,
rebasada la cima, desciendes
y te acercas a la entrada del túnel,
te preguntas:
¿de qué va realmente
esto que llaman vida?.

Cuando además, el único bagaje,
la experiencia, lo que
la vida te ha enseñado,
no parece interesarle a nadie
y te lo llevas puesto como
inútil  lastre que te ha de delatar…

Mientras, a tu alrededor, todo
sigue su curso,
se apaga el día, inyectan silencio,
y en el otro lecho, el crónico lamento
de Joaquin, te despide hasta mañana.
¿Hasta mañana?.
¿De qué va esto?.

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-CAMBIÉ DE SUEÑO


ACTO III-LA NOCHE-CAMBIÉ DE SUEÑO

Ayer,
mientras soñaba,
te vi.
Dormías,  con sueño inquieto,
nervioso, refunfuñón.

Decías cosas, no te entendía,
me acerqué, mis ojos casi rozando
tus labios…
y entonces te oír decir:
¿Cuantas veces te he dicho que no me
mires mientras duermo?;

Estabas despierta,
cambié de sueño…

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-LA PREGUNTA

ACTO III-LA NOCHE-LA PREGUNTA


Siempre el mismo guión,
yo aturdido,
     (después de la batalla)
esperándola.

Y aquí llega ella:
-¿En qué piensas?
 Y yo:
-En nada.

Los dos sabemos que miento,
yo sé por quién
y  ella en realidad
               (siempre lo he creído),
creo que también…

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-ROOM 1126

ACTO III-LA NOCHE-ROOM 1126


Y entonces,
a esa hora crepuscular,
en la que,
no es uno quien elige,
si no que, con suerte, es elegido,
la conoció.

Tres,
como mucho, cuatro
confidencias después,
yacían en el lecho de la 1126
del Only Once Hotel.

No la volvió a ver.
¡Maldito presagio!,

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-¿COMO LA HABÍA MIRADO?

ACTO III-LA NOCHE-¿COMO LA HABÍA MIRADO?


Acostumbrado,
a mirarla con la misma mirada,
sólo conseguía ver
a la misma de siempre.

Cuando descubrió,
por el discurso de otro, quién de
verdad era,
quien en su vida estuvo,
no se lo podía creer.

¿Dónde había mirado?,
y sobre todo,
¿cómo la había mirado?

Mientras  intentaba aclarar el enigma,
con anhelos  por realizar,
ella del nido salió volando.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-AMANECE

ACTO I-LA MAÑANA-AMANECE


Por unanimidad,   
los que velaron la noche
decidieron  irse a soñar.

Mientras los balcones,
a través de las guirnaldas de la última fiesta,
intercambian sus últimas confidencias.
Actores, espectadores,
tramoyistas, regidores,
controladores y especuladores,
componiendo
un  nuevo mosaico,
van ocupando sus puestos.

Nadie quiere ausentarse.

El silencio abraza la ciudad,
se oye cantar un gallo,
 y una  obediente brisa
desliza el negro telón,
comienza la función.

Amanece…

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-REFLEXIÓN

ACTO I-LA MAÑANA-REFLEXIÓN


Arrastrado por el viento
que le aleja,
del que una vez soñó ser,
se pregunta
             (ante el delator espejo),
en qué instante viró,
ya sin retorno,
en dirección al puerto en el que hoy,
hastiado,
decepcionado,
habita,
demasiado tarde
para ciar.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-¡QUÉ FATIGA!

ACTO I-LA MAÑANA-¡QUÉ FATIGA!

Flaquea la noche,
alguien golpea la puerta,
es el mañana pidiendo paso.

   (¡Qué fatiga!, empezar de nuevo,
                     otro día por explorar).

En ademán de irse
mi hoy me mira:
-No has sido muy entrañable,
pero al final hemos congeniado, ¿no?.
-No le abras, ¡quédate!,
nos llevaremos bien, ya lo verás.

Fue inútil, ya en la puerta
    (mientras cedía el paso
                             a mi nuevo reto),
se giró y me dijo:
Yo ya soy historia para tí,
arréglatelas como puedas…

y no volví a verle.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-PLACER MATINAL

ACTO I-LA MAÑANA-PLACER MATINAL



Aquí estás,
como cada mañana,
acogedora, servicial,
sugerente…

Con la promesa de
hacerme olvidar mis enemigos
nocturnos y darme fuerzas para
enfrentarme a los que el día me reserve.

Con infinita paciencia,
me esperas dispuesta
a complacerme.

En estos efímeros instantes
de placer matinal,
cuando las tinieblas
huyen a esconderse,
mis torpes manos
recorren tus cálidos y sugerentes
contornos,
y con deleite…

tomo lo mejor de ti.

Nada, ni nadie,
podrá ocupar tu lugar
en mis soñolientos despertares.

Pleno y satisfecho,
salgo a enfrentarme al mundo,
no sin antes,
con todo el cariño de que soy capaz,
depositarte en mi estante preferido
de la cocina.

Adiós,
mi dulce y fiel taza de café.

¡Hasta mañana!.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-TÚ Y TUS GERANIOS

ACTO I-LA MAÑANA-TÚ Y TUS GERANIOS


Te miraba cada mañana
desbrozando tus geranios
con infinita paciencia.
Les hablabas,
los mimabas,
los alimentabas,
como si la vida te fuera en ello.
Desde el otro lado de la calle
observaba tu rostro y
sabía que todo seguiría igual,
que mientras estuvieras allí,
protegiendo tus geranios,
podría enfrentarme
con aplomo a mi vida.
Eras,
cómo decirlo…
mi talismán, mi asidero.
Pero hoy
(tras varias mañanas de añorarte),
un impúdico “SE ALQUILA”,
oculta tus geranios marchitos.
Y tengo miedo que mi vida,
sin razón aparente,
comience a tambalearse.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-UN TIPO RARO

ACTO I-LA MAÑANA-UN TIPO RARO


¿Y qué culpa tiene él,
 si las telas,
con tanto afán al viento ondeadas,
no consiguen su sangre alterar?

¿Y que culpa tiene él,
si las marchas que las festejan,
le chirrían,
y los ilustrísimos que los veneran,
le dan vértigos en do mayor?.

¿Será que es verdad,
que es un tipo bien  raro que,
tras cerrar el balcón
                (las paredes lo oyen todo, dicen),
canta bajito otra canción?.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-EL ROSAL QUE ADORNABA NUESTRA VIDA


ACTO I-LA MAÑANA-EL ROSAL QUE ADORNABA NUESTRA VIDA


Ahora que me interrogo por lo sucedido,
reconozco que sí,
que llegué a ser feliz;
ignorantemente feliz, añadiría.

Tanto que, ni siquiera,
me preocupaba de regar el rosal
que adornaba nuestra vida.

De hecho llegué a pensar que  
no necesitaba especiales cuidados,
que  por algún misterioso azar de la convivencia,
se mantenía, florido y fresco,
como el primer día que entró en casa
junto a ti…

Hasta hoy que,
sin previo aviso,
amaneció medio marchito y,
a menos que me disponga a socorrerlo.
no tendré más rosas que cuidar.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-PROMESA INCUMPLIDA

ACTO I-LA MAÑANA-PROMESA INCUMPLIDA


Tardó más de la cuenta
en ser consciente,
de lo que a su alrededor
ocurría.

Para cuando lo fué,
el día había acabado.

Nunca supo, por tanto,
si su vida,
de haber actuado en la función,
hubiera ido a mejor.

Se prometió
              (esta vez en serio),
estar a tiempo en la vida
del día siguiente.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-NO ERAN NI LAS OCHO

ACTO I-LA MAÑANA-NO ERAN NI LAS OCHO



No eran ni las ocho.

Y allí estabas,
semáforo en rojo,
rodeada de bullicio;

mas tú,
ajena a todo
                (menos a él),
comenzabas el día,
Ncomo sólo saben los que aman…

Besando.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-MÁS GRIS SI CABE

ACTO I-LA MAÑANA-MÁS GRIS SI CABE

Es lunes, engrisado, llueve sin parar.
Toma el bus, rebosante de invierno,
entre mochilas, risas y alguna mirada curiosa,
llega al fondo, donde el conductor ordenó.

Luchando por su dignidad en cada curva,
se acomoda como puede,
una mano en la barra, en la otra el maletín.

De repente ella le mira, sonriendo,
 y el lunes se hace sábado,
de Mayo por más señas.

Nada nuevo, ya se habían cruzado miradas
otros lunes, pero éste le oye decir:
¿Quiere sentarse señor?,
¿Se dirige a él? mira para atrás,
resulta ser el único que no está preocupado
por las notas del trimestre.

Se sienta, saca el periódico.
Más gris si cabe,
el lunes penetra en su alma.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-UN FRÍO DE LEJANO RECUERDO

ACTOI-LA MAÑANA-UN FRÍO DE LEJANO RECUERDO



Sabía que acabaríamos así.

Desde el recién compartido banco,
ví tu figura fundirse entre
la gente que,
buscando su nido,
se desentendía de tus palabras,
cuando decías:
-¡Tú no vas a cambiar y yo tampoco…
mejor lo dejamos!.

Y de repente,
Agosto se nubló,
y un frío de lejano recuerdo,
renació en mi interior.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-A CONTRALUZ



ACTO I-LA MAÑANA-A CONTRALUZ



Esta mañana,
cuando te observaba  a contraluz,
sentada  en tu banco de siempre,
me volvieron las mismas preguntas
sobre tí, por ejemplo:
¿En qué piensas cuando miras
jugar al amor a las palomas?.

¿Quién te hace llorar, por no estar a tu lado?.

O, ¿quién fue aquel, cuyo recuerdo,
te aparece una y otra vez y,
aunque lo pretendas,
no has podido olvidar?.

En fín…
cuestiones sobre los secretos
que en tu interior guardas
y  nunca me atreveré a preguntar.

ACTO I-LA MAÑANA-

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-ENREDÁNDOME EN TÍ

ACTO I-LA MAÑANA-ENREDÁNDOME EN TÍ


De improviso hoy,
cuando  casi tenía olvidado,
que un día tú me olvidaste,
en la misma esquina,
del mismo parque,
y casi a la misma hora,
he tropezado,
de nuevo con tus ojos.

He mirado para otro lado,
si no lo hago,
allí mismo,
en ese mismo instante,
me hubiera enredado
                      (de nuevo),
en tí pues,
aunque casi tenía olvidado
que un día tú me olvidaste,
yo a ti,
aún no lo consigo.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-HALLÉ TU RECUERDO

ACTO I-LA MAÑANA-HALLÉ TU RECUERDO

Sabía
que nuestras vidas
en amor se habían enredado.

Sí, fue hace tiempo,
pero no tanto como para que
no me viera en insomnios a ti abrazada.

Volví a buscarte al  Botánico;
última hoja del calendario soñado.

Sorteé las secuelas de aquel primer
domingo de Primavera:
Los besos  robados  en la entrada principal,
los anhelos contenidos  en diferentes bancos del recinto,
numerosos suspiros entre las buganvillas,
amores compartidos  entre las jacarandas y…
por  fin, junto a la pérgola,
rodeado de azules nomeolvides,
hallé tu recuerdo,
intacto.
Lo deposité en mi memoria,
esta vez para siempre.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-PRUEBAS

ACTO I-LA MAÑANA-PRUEBAS

Bajó del bus, allá estaba, mirándole
de frente, con los ojos del dolor que albergaba,
como diciendo…ya tardabas, apestas a miedo,
pasa, pasa.
Le engulló.

Varios pasillos después, semidesnudo
y cubierto de verde,
reposó su terror donde otros lo hicieran antes.

Obedeció mandatos
que entrecortaron su respiración,
confundió babor y estribor…

Y de repente, todo acabó,
recibió la última orden:
-¡puede irse!. En dos semanas
su médico tendrá los resultados.
-¿Por cierto nos dice su nombre completo?

¿Quince días de pánico?...
Huyó antes de darles el nombre.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-TRILERO


TRILERO

Como hábil trilero,
jugaste con sus sentimientos,
escondiendo  los tuyos,
de sus atentas miradas.


Nada por aquí, nada por allá,
y de repente…
cuando menos se lo esperaban,
desaparecías del lugar del crimen.

Pero, amigo mío,
hoy, te han cazado,
han sido más rápido que tú y,
prepárate,
porque hoy…
tú eres la presa.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-SABEN EL POR QUÉ

ACTO II-LA TARDE-SABEN EL POR QUÉ



Cuando a su alrededor,
el verano huyó despavorido de la ciudad,
y todo empuja al desaliento,
llueve.

El cielo engrisa la vida de los
supervivientes,
y nuestro hombre,
a riesgo de ser tildado,
de enemigo a batir,
deambula por las húmedas calles,
feliz,
       sonriente.

Solo él
                  (y por supuesto ella),
saben  el por qué.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-BRISA

ACTO II-LA TARDE-BRISA

Una vez más
te has abierto paso
entre la espesura de los
aromas urbanos.

Y eres tan pura,
tan sutil que
solo aquel que haya dormido 
arrullado en tu cuna,
te reconocería.

Septiembre impregnó
tu vaivén desde
las profundidades,
y con él creaste el soplo
que  ha llegado hasta mí,
recordándome,
que por muy lejos
que de tí huya,
tarde o temprano
me volverás a encadenar.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-MANOS

ACTO II-LA TARDE-MANOS

Miro mi mano diestra,
gobernanta de los dedos que,
tamborileando de impaciencia
sobre el vidrio,
aguarda la próxima incursión.

Y no me atrevo a decirle que nunca más,
como diestro explorador,
hará viajes por los suaves
promontorios  de tu piel.

Retrasando el momento, 
observo de reojo a la,
siempre discriminada
siniestra que,
conocedora de los hechos y,
dispuesta a contárselo todo,
esboza una sonrisa de venganza…

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-NO HE DEJADO DE VER

ACTO II-LA TARDE-NO HE DEJADO DE VER

Me miraste,
y te miré.
Tus ojos decían
                (juraría):
¡Ven!.

Dos direcciones y un andén
nos separaban
   (demasiada distancia para una conjetura).

Apenas  unos segundos y
te raptó el tren.

Mas,
no te lo vas creer,
si te digo que yo,
que apenas recuerdo
a quién besé ayer,
tus ojos,
desde aquel día,
no he dejado de ver.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-OIGO TUS PASOS

ACTO II-LA TARDE-OIGO TUS PASOS



Oigo tus pasos,
te acercas,
me llegas,
me abrazas.

Y yo,
haciéndome el distraído,
me dejo,
y me pregunto:
¿cuántas combinaciones
matemáticas
                       (todas exactas),
han tenido que suceder,
para que estés aquí,
cálida, enamorada,
rodeándome con tus brazos?.

Y una vez más, concluyo:
costó,
pero hallé la formula…

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-¿QUÉ HACEMOS CON LOS TESTIGOS?

ACTO II-LA TARDE-¿QUÉ HACEMOS CON LOS TESTIGOS?



Ni siquiera el tiempo
que estuvieron juntos,
aguantó vivo.


Aunque parecía con salud
de hierro cuando,
“para toda la vida”,
                se les apareció aquel verano.

Para ser exactos, empezó a morirse,
cuando barrieron el confeti
de la pista de baile.

Y ahora,
repartidos los regalos recibidos,
se preguntan:
¿Que hacemos con los testigos?.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-RUEGOS

ACTO II-LA TARDE-RUEGOS

La pidió acercarse y
entrecerrando los ojos,
como quien no quiere la cosa,
le dijo:
-Si de verdad me quieres,
ámame ahora, aún estamos a tiempo.
-Y prométeme que,
tan solo un día después
del que será mi día,
ni me llorarás, ni me
traerás flores,
y sobre todo…
me olvidarás pronto.
- ¡Ah!, y nada de misas,
con ese dinero prométeme que
te comprarás el
vestido de flores que tanto te gusta.
Porque quiero que sepas
que, sólo así,
sabiendo que caminarás hermosa
hacía tu nueva vida,
podré yo emprender,
 mi viaje hacia la nada,
feliz,
en paz.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-FELIZMENTE ANCLADO

ACTO II-LA TARDE-FELIZMENTE ANCLADO

Ahora que,
por andar me queda
mucho menos de lo andado,
trato de recordar y no encuentro
ni un solo día siquiera,
en el que no te haya amado.

Puede que tengas razón,
que sea algo exagerado,
tal vez desmesurado,
pero…
cuando rememoro
el tiempo ya pasado,
me veo,
amor,
invariablemente a tu lado…
felizmente anclado

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-VIVIR CON

ACTO II-LA TARDE-VIVIR CON



Hay días que nos queremos,
otros que no nos aguantamos…
y algunos que nos fundimos.

Existen días en que casi,
tú y yo
ni nos hablamos.
Y están los que no callamos.

Y luego están aquellos días,
con sus noches, en que
no nos queremos excluir
de nuestras vidas.

Vivimos el uno con el otro,
o sea,
con-vivimos.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-TAL VEZ

ACTO II-LA TARDE-TAL VEZ

Tal vez,
porque éramos tan jóvenes,
que la lluvia no nos mojaba,
ni el Sol nos quemaba.

O quizás,
porque fue la primera vez
que nos besamos
                     (luego vinieron más).

El caso es que,
debiste quedar
             (cincelada)
para siempre en mis recuerdos.

Y hoy,
cuando mi  memoria,
y mi paciencia
juegan al escondite…
has vuelto a aparecer,
y la turbación
               (como aquel día),
llegó contigo.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-FALSA ALARMA

ACTO II-LA TARDE-FALSA ALARMA


-¿Me escuchas?,
-le oí decir-,
-tenemos que hablar.

Y, no supe si se refería:
a los silencios rotos por algún suspiro,
a los besos que se mudaron
                                 (para siempre)
a la mejilla,
o al amor que algún día extraviamos.

Aguardé…
Cuando al fin,
 me habló de las vacaciones del verano,
me relajé.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-UNA VEZ MÁS

ACTO II-LA TARDE-UNA VEZ MÁS


¿Qué puede hacer?
Sí, es verdad que se juró
no volver a pasar por ello
pero,
una vez más,
como una idiota enamorada,
le dejó entrar.

Desde el otro lado del sofá,
le observa ojeando el libro,
que a medio leer,
abandonó en primavera.

Y una vez más,
vuelve a creer en su promesa

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-PIZZA PARA UNO

ACTO II-LA TARDE-PIZZA PARA UNO

Luces y sombras,
jugaban al alimón,
en  sus azarosos días,
y éste iba de luces…

¿Quién le mandaría,
precisamente hoy,
interrogarla sobre sus sentimientos?...

Royéndole la respuesta
sacó la tele del cuarto,
guardó su sonrisa
en la mesilla…
y encargó pizza para uno.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-YO LE DÍ TU NOMBRE

ACTO II-LA TARDE-YO LE DÍ TU NOMBRE



No por deseado,
dejó de sorprenderme
cuando llegó…

Y, sin protección,
indefenso,
cayó sobre mí,

mojándome,
empapándome,
traspasándome…

disolviéndome.

Algunos le  llamaron  lluvia,
yo le di tu nombre…
Amor.

CUALQUIER DIA, CUALQUIER LUGAR-BEGIN THE BEGUINE

ACTO II-LA TARDE-BEGIN THE BEGUINE

Claro que lo sé,
podría ser una etapa,
nueva,
           maravillosa,
                            ilusionante,
en nuestras vidas…

Podría.

Pero,  ¡qué pereza!
empezar a descubrirnos,
y no me refiero a explorarnos,
que también,
quiero decir:
A soportarnos.

¡Qué pereza!
cuando ya tenía olvidado
el recuerdo del trasiego anterior…

¿No podríamos seguir,
bailando, y
dejar lo nuestro como está?.
A mí me basta.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-EL INCIDENTE


ACTO II-LA TARDE-EL INCIDENTE  

 Conduzco,
con el piloto automático,
hacia mi vida oficial.

De pronto,
la Autoridad competente
me informa:
¡Mantenga la distancia de seguridad,
evite un accidente!...

Recuerdo que,
cuando topé contigo
no la mantuve,
y así me veo hoy, colisionado en ti,
en un amasijo de sentimientos que
                                      (me temo),
impedirán,
que salga indemne
del incidente.

Reniego
                    (sin mucha convicción),
contra los responsables del área,
al no advertirme con antelación,
sobre tí y tus peligros.

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-A VECES

ACTO II-LA NOCHE -A VECES


A veces,
casi sin querer,
consigo salir de mí,
y  observándome
         (sin apego especial),
como si no supiera
de quién se trata,
apenas me reconozco,
haciendo lo que hago,
diciendo lo que digo,
besando a quien beso.

¿Será que soy,
muchos más Yos,
que el único Yo
que creo ser?.


CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-…Y SE REMOVÍAN LAS AGUAS


ACTO III-LA NOCHE…Y SE REMOVÍAN LAS AGUAS


Y sí, es verdad, la vida
               (hablando en general),
le había dado más
de  lo que se merecía…
una soportable infelicidad.

Sumergido en gris,
se dejaba llevar mansamente.

Aunque, a veces
          (cuando a su alrededor
                los ruidos se apagaban),
con esa media sonrisa
que tanto le enamoró en su día,
surgía ella como diciendo…
¿Para esto me dijiste que no?.
…Y se removían las aguas

CUALQUIER DÍA, CUALQUIER LUGAR-CUANDO CONCENTRADA ANDAS


ACTO III-LA NOCHE-CUANDO CONCENTRADA ANDAS



A merced del viento,
que sin piedad,
tu vida agitaba,
te ahogabas.

Cuando fui a tu rescate,
con tus ojos dijiste gracias.

Hoy, muchas mareas más tarde,
observando el suave ceño que
cuando concentrada andas, te nace,
me pregunto
                 (mientras Mozart nos amaina):
-Cuando fui a tu rescate,
¿te salvé o me salvaste?.