ACTO I-LA MAÑANA-ESTUDIÁNDOSE
Aprovechó el espejo matutino,
para reflexionar.
Repasó,
(como
acostumbraba),
los hechos:
Se sentía,
a veces triste y a veces no,
melancólico, esperanzado,
taciturno, locuaz,
desgraciado, feliz…
Se dijo que,
antes de seguir,
tendría que aclarar
si las alteraciones que sufría
se debían a efectos:
Exógenos (Elena) o,
endógenos (tendría
que mirarse).
Sin duda,
prefería que fuera ella
la culpable.
No obstante,
dada la importancia del asunto,
seguiría estudiándose.
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